Continuando con la historia sobre nuestro colegio, en el día de hoy publico el trabajo realizado en 2014 con motivo de haberse cumplido el 70 aniversario de su creación, recordando que ahora estamos celebrando el 75 aniversario:

LXX ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL COLEGIO DE ARJONILLA

Alfonso Rueda Nevado

Desde su creación, en tiempos inmemoriales, las escuelas arjonilleras  se encontraban repartidas por el pueblo en locales diferentes, ubicadas en casas alquiladas por el Ayuntamiento, siendo utilizada la planta baja para escuela y la de arriba  para vivienda del maestro o maestra. Esta situación finaliza llegado el año 1943, cuando la Corporación Municipal acuerda destinar un edificio a colegio público que albergue a todas las escuelas, tanto de niños como de niñas. En ese año funcionaban en Arjonilla 8 escuelas: 4 de niños y otras 4 de niñas.

            El 15 de enero de 1943, la Comisión Gestora del Ayuntamiento, en sesión plenaria acuerda la adquisición de la casa sita en la calle José Antonio nº 18, (actual Casa Municipal de Cultura) propiedad de Dña. Soledad Torrealba del Río por 59.000 pesetas, con el fin de destinarla a edificio escolar en el que se ubicarían todas las escuelas del pueblo.

            De este edificio que contaba con 984 metros cuadrados, fue elevada escritura pública a nombre del Ayuntamiento de Arjonilla el 10 de agosto de 1943 por el Notario de Andújar Francisco Fernández, corriendo por cuenta del Ayuntamiento los gastos correspondientes. En fecha 14 de octubre de ese mismo año fue inscrita en el Registro de la Propiedad de Andújar en el folio 160, libro 43, número de finca 1.114.

            Esta casa destinada a vivienda tuvo que ser adaptada a edificio escolar por medio de las correspondientes obras cuyo presupuesto se elevó a 88.000 pesetas.

            Finalizando el curso 1942-43, la Comisión Gestora del Ayuntamiento, se dirige a los propietarios de los locales que estaban alquilados para escuelas con el fin de comunicarles que a partir de junio cesaría el alquiler. Estas escuelas eran la nº 3 de niños situada en la calle Tercia (Juan XXIII), la nº 2 de niñas en calle Queipo de Llano (Avda. de Andalucía), la nº 3 de niñas en calle Teniente Rueda y la nº 4 también de niñas en la calle Alonso Coello.

            A la vez se acuerda comunicar a los respectivos maestros y maestras de las escuelas antes citadas que el Ayuntamiento dejaba de facilitarles casa-habitación y que en su sustitución se les daría la gratificación correspondiente.

             Las obras de adaptación llevadas a cabo por importe de 75.000 pesetas finalizaron a principios del mes de junio.

            El 30 de junio, la Comisión Gestora acuerda dar al nuevo Grupo Escolar la denominación de “Alfonso Lara”, en honor de Alfonso Lara Gómez, maestro hijo del pueblo que había sido asesinado el 9 de septiembre de 1936 junto con otros paisanos. En esa misma sesión se acordó también concederle un voto de gracia a Antonio Alcántara García, alcalde y maestro, en reconocimiento por su gestión acerca del grupo escolar.

            En el mes de julio, el alcalde, en calidad de máxima autoridad local dirige un escrito al Ministro de Educación Nacional en el que le informa de la reciente construcción del grupo escolar y de la necesidad que se tiene de material adecuado para las escuelas del que se carece totalmente y que el Ayuntamiento no disponía de medios para su adquisición.

            En la misma fecha que el anterior, se dirige otro escrito también al Ministro de Educación Nacional, solicitando el cumplimiento del deseo de la comisión Gestora de que el Grupo Escolar recibiese la denominación de “Alfonso Lara”.

            Estas dos peticiones no recibieron respuesta pues se vuelven a repetir sendos escritos, en enero de 1945. Un mes después se vuelve a insistir en el Ministerio acerca de estos dos asuntos remitiendo una memoria en la que se dan detalles muy curiosos acerca del pueblo que pueden resultar de interés y por ello la reproducimos íntegramente:

“EL PUEBLO DE ARJONILLA CONSIGUE SU GRUPO ESCOLAR

            Existe en la provincia de Jaén, un pueblecito risueño y andaluz por excelencia, relativamente llano y bien pavimentado, con calles amplias en el que contrastan la blancura de sus casas con el verdor de sus jardines en ventanas y balcones y con el de su arboleda en la mayoría de sus calles. Lleva por nombre un derivado, que antes de ser despectivo, sorprende al visitante, por ser indudablemente uno de los mejores, dentro de los de su categoría.

            Cuenta con 6.200 habitantes y como su término municipal es muy pequeño, solo 4.000 Ha., sus moradores que no encuentran ocupación en las faenas agrícolas, hallan en la industria donde desplegar sus actividades de producción, principalmente en la de fabricación de Materiales de Construcción, existiendo, en la actualidad, más de cuarenta tejares, algunos que se han montado con todos los adelantos modernos, en la era de grandeza de España a que nos conduce nuestro invicto Caudillo Franco. Además hay doce Fábricas de Aceite enclavadas en su recinto urbano, dos de jabones y una de harinas.

            En el orden religioso cuenta con un hermoso Templo parroquial, a más de la profusión de Ermitas que demuestran la religiosidad de sus vecinos; si alguna vez vinieses, sea cual fuese el lado porque entraras lo primero que admirarías sería el signo de Nuestra Sacrosanta Religión, llevada a feliz término su reposición el pasado año de 1.943.

            También en dicho año reanuda su funcionamiento el Hospital de Santiago donde son asistidos los pobres de solemnidad y lo que es más consolador dirigido y asistido por Religiosas.

            Tiene su buen edificio de Casas Consistoriales, no desmereciendo el de la Plaza de Abastos.

            Tan solo desmerecía del conjunto de la villa, los locales diseminados y la mayoría de alquiler donde estaban instaladas las Escuelas Nacionales todos ellos en pésimas condiciones, pero he aquí llegado el momento, 12 de mayo de 1.941, en que, por el Excmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia se confían los destinos del pueblo a un maestro nacional de Primera Enseñanza, quien desde los primeros momentos le obsesiona elevar el nivel cultural del pueblo, pero tiene que esperar la ocasión propicia para realizar sus proyectos. Saneemos la hacienda municipal primero, se dijo, y después transcurrido algún tiempo se le ofreció la adquisición del mejor edificio del pueblo espacioso y muy bien situado, hecho a base de cemento, hierro y ladrillo en tiempo de la Dictadura del General Primo de Rivera y que sin tener terminadas las obras importó 150.000 pts. Se requirió la presencia del Sr. Inspector de Primera Enseñanza de la Zona para que dictaminara sobre su adaptación a Grupo Escolar, pareciéndole admirable y el 6 de Enero de 1.943 se efectuó su adquisición, dando comienzo las obras de transformación y conclusión del inmueble a los fines a que se destinaba, el primero de junio del mismo año, ascendiendo a la suma de 75.000 ptas. el importe de ellas. Finalizadas que hubieron sido y aceptado el nuevo Grupo Escolar por la Inspección, se procedió a su inauguración, desde cuyo momento comienzan a funcionar las Escuelas Nacionales en sus nuevos locales. De la bondad de estos, buena prueba es las fotografías y planos que de ellos acompañan la presente memoria.

            Para terminar he de hacer constar que todo se ha hecho, sin el menor auxilio y como el pueblo, después de tamaño sacrificio, le es imposible dotarlo del material escolar preciso, ya que el poquísimo que posee está muy destrozado por haber permanecido este pueblo en zona roja y a seis km. del frente durante la pasada guerra de liberación, es por lo que con fecha 26 de julio de 1.943, dirigimos instancia al Excmo. Ministro de Educación Nacional solicitando la concesión de material escolar para las siete Escuelas Nacionales o subvención para adquirirlo. También con la misma fecha y por conducto de la Junta Provincial de Educación Primaria nos elevamos al Sr. Ministro pidiéndole dedicar el Grupo Escolar al Maestro Nacional, hijo del pueblo y donde ejercía la profesión…   … “Alfonso Lara”.

            Sin que hayamos tenido hasta la fecha, la deseada respuesta, es por cuanto nos dirigimos a V.E. esperando de sus desvelos por la Enseñanza y recto proceder, nos concedan cuanto le pide el pueblo de Arjonilla.

                                   Arjonilla, 6 de Febrero de 1.945″

Tanto la petición de material como la del nombre del colegio, no serían atendidas ya que en 1949 aparece un nuevo escrito solicitándolo de nuevo. Con fecha 20 de febrero, desde Madrid, D. Alonso Coello de Portugal dirige un escrito al Alcalde, D. Antonio Alcántara García indicándole haber recibido escrito suyo y memoria referente al Grupo Escolar y que se había entrevistado personalmente con D. Romualdo de Toledo (Director  General de Enseñanza Primaria), quién a su presencia había dictado las órdenes oportunas para que el colegio se titulase “Alfonso Lara” y para que se provea al mismo del material necesario para sus siete clases. Finaliza el escrito afirmando que había sido un honor para él realizar esta gestión, sirviendo así los intereses de este pueblo.

Desconocemos en qué fecha fue atendida la solicitud pues lo cierto es que durante algunos años así fue nombrado hasta que pasó a denominarse “García Morente”, existiendo en el edificio una placa con el título de Grupo Escolar “Alfonso Lara”.

En el mes de octubre de 1943 la Comisión Gestora acuerda crear el puesto de conserje del Grupo Escolar con la dotación de casa, luz, agua y 3 pesetas diarias.

            Al mes siguiente se produce el nombramiento de la persona que ejercería por vez primera este puesto, recayendo en María José Sicilia Jiménez.

En junio de 1944 es aceptada la recepción del Grupo Escolar por la Inspección de Primera Enseñanza y se lleva a cabo el acto de inauguración el día 6 de junio de 1.944 junto con el Hospital, que también había sido remodelado.

            Al acto asistió el Sr. Obispo de la diócesis y consistió en actos religiosos, bendición del edificio, entronización de los Sagrados Corazones de Jesús y María y vino de honor. La Comisión Gestora acordó que con motivo de la misma se diera una merienda a los niños y niñas en las escuelas y limosna a los necesitados de la localidad.

            El edificio contaba con espacios para albergar siete aulas, tres de niñas en la planta baja y cuatro de niños en la planta alta, además de patios de recreo, servicios y vivienda para el conserje.

            Los maestros que regían estas siete escuelas eran: Isabel Muñoz Tristancho, María Moreno Juan, Mercedes Nomdedeu Amador, Antonio Alcántara García, Leonardo Pérez Rueda, Roque Ramírez Carmona y Alberto de la Torre Roldán.

            Albergó el colegio hasta que en la década de los 60 fue construido el nuevo colegio en el patio de armas del castillo.

            Ya en 1948, don Roque Ramírez Carmona le bautizó con el nombre de “Minerva”, cuando estaban muy lejos aún los nuevos destinos para los que ha ido siendo dedicado: Casa Municipal de Cultura (salas de exposiciones, museos, salón de actos), Biblioteca Pública  Municipal, Centro de Educación de Adultos “Trovador Macías” y sede provisional hasta la creación de su edificio del IES Juan del Villar.

Fuentes documentales

Archivo Histórico Municipal de Arjonilla