El pasado mes de junio tuvo unas temperaturas máximas entre los 37º del día 30 y los 20º del día 12, con una media de 30,37º.
Las mínimas oscilaron entre los 26º de los días 1 y 28, y los 15º del día 12, dando una media de 20,7º.
La media del mes fue de 25,54º.
A lo largo del mes se pueden distinguir tres períodos: el primero deswde su inicio hasta el día 8 con temperaturas altas por encima de los treinta grados.; el segundo corresponde a los días más frescos del mes que coincidieron con los días lluviosos y que va del 9 al 21 con temperaturas máximas por debajo de los treinta grados; y un tercer período de temperaturas altas desde el 22 hasta final de mes.
Los días más calurosos del mes fueron el día 1 (36º-26º) y el día 30 (37º-25º).
Mes: julio 2010 (Página 1 de 2)
Día litros/m2
9 26
10 13
11 5
12 15
3 3
Desde el comienzo de la presente campaña agrícola 2009/2010 a primeros del mes de octubre y hasta la fecha se han registrado un total de 1.039,3 litros por metro cuadrado lo que supone un récord en lo que respecta a los treinta últimos años que son de los que disponemos datos referentes a la lluvia caída en nuestro pueblo.
El paro, según datos oficiales, ha subido en Arjonilla un 6,62% respecto al anterior mes de mayo, lo que supone también una subida del 8,05% respecto al mismo mes del pasado año 2009.
El número actual de parados es de 97 hombres (uno menos que en mayo) y 64 mujeres (11 más que en mayo).
Por sectores los parados son los siguientes:
Variación
Agricultura 50 +8
Industria 24 -2
Construcción 31 -3
Servicios 46 +4
Sin empleo ant. 10 +3
Se da también la circunstancia de que es la primera vez que el número de parados en 2010 supera al del mismo mes del anterior año 2009.
De todos es conocido que nuestro pueblo es muy amante de las manifestaciones de religiosidad popular ya que a lo largo del año el número de las que se celebran es muy elevado. Entre todas ellas yo destacaría una por ser un hecho diferencial respecto a la casi totalidad de pueblos de España ya que en muy pocos lugares existe la tradición que aquí tenemos desde comienzos de los años sesenta del pasado siglo XX de bendecir los vehículos en el transcurso de una fiesta en honor de San Cristóbal, patrón de los conductores.
Este año ha coincidido el día de la celebración de esta fiesta (segundo sábado de julio) con el día de la onomástica de San Cristóbal. El día anterior (viernes) había tenido lugar el rezo del Santo Rosario en la iglesia parroquial.
En primer lugar se celebró la fiesta religiosa en honor de San Cristóbal a cuya finalización fue sacado hasta la Plaza de la Encarnación para presidir la bendición de vehículos que realizó nuestro párroco con la presencia de los hermanos mayores Roque Bueno Ruano y Antonia Carmona Ruiz. Este año han sido bendecidos 714 vehículos de los cuáles 488 fueron turismos.
A continuación se celebró la procesión con la imagen de San Cristóbal y una vez finalizada tuvo lugar la tradicional cena de convivencia.
Los coheteros de este año han sido Francisco Rueda Carmona y Juan Lara Cuesta.
ORIGEN DE ESTA BELLA TRADICIÓN
El origen de la celebración en nuestro pueblo de esta fiesta en honor de San Cristóbal es próximo ya que yo mismo fuí testigo de cómo nació esta costumbre que desde sus comienzos arraigó entre los arjonilleros.
En la segunda mitad de la década de los 50 del pasado siglo XX, posiblemente en 1957 se reuniieron por vez primera un grupo de personas que tenían dos cosas en común, la amistad y el ser conductores. Este grupo formado por un número de 15 a 20 personas dedicieron reunirse para festejar a San Cristóbal, patrón de los conductores. Para ello organizaron una comida en cuyo transcurso se daba cuenta también de buena bebida y un rato de buena amistad que gustó a todos e hizo que se fuera repitiendo en los años sucesivos. Este grupo estaba formado en su mayoría por las personas que en aquellos años tenían como profesión la de conductor, entre ellos mi padre, mi tío Matías, Pedro, Pablo, Juan de Dios, etc.
En el año 1961, este grupo de conductores acordó reunirse en casa de uno de los amigos, en este caso de Francisco Cobo, conocido como “Paco el de la nieve”, que vivía en la calle actualmente denominada Cid Campeador, también conocida como “calcetín”. Allí acordaron dar un carácter formal a la celebración que habían comenzado y pensaron en organizarse como una hermandad. Se pusieron al habla con el entonces párroco, don Fernando Caballeron González, quién reibió de muy buen agrado la idea que le expusieron.
Rápidamente se pusieron en marcha y para el año siguiente de 1962 ya habían adquirido la actual imagen de San Cristóbal y los cetros para el hermano mayor, celebrándose por primera vez esta festividad como la conocemos actualmente. El sábado acudía al rezo del Santo Rosario y el domingo tenía lugar la Fiesta Religiosa, procesión y cena de hermandad. Desde hace unos años, estos actos pasaron a celebrarse en viernes y sábado.
El hermano mayor de ese primer año fue Ángel García Morón y pasaron ante el Santo para ser bendecidos por el párroco poco más de una docena de vehículos. A continuación se exponen dos fotos de aquellos primeros años.
En esta fotografía aparece don Diego Torrús (practicante) con su Vespa llevando a su hijo Paco. Detrá de él se aprecia al que fuera director de la fábrica de harina, de apellido Solera.
Y en ésta aparece mi hermano Juan con el motocarro de mi padre, que está al lado. Era marca Roa y matrícula J- 14543
Esta otra representa un momento de la procesión de uno de aquellos primeros años.
En aquel año de 1962 y posteriores la cena de hermandad que tenía lugar una vez finalizada la procesión se celebraba en el patio de la fábrica de ladrillos de la familia García Morón. Otros hermanos mayores de aquellos primeros años fueron Francisco Puentes Ramírez, Pedro Pérez Cuesta, José García Carmona e Ildefonso Rueda Mercado (mi padre). En este año de mayordomía de mi padre, el cohetero fue mi hermano Juan, que años después también ejerció la mayordomía.
En sus orígenes, la cena era costeada por el hermano mayor, que para evitar le fuera muy costosa, se ayudaba de la venta de lotería a lo largo del año. Posteriormente se cambió esta costumbre y los hemanos que desean ir a la cena, abonan su importe.
En los primeros años la cuota de hermano era de 10 pesetas, mientras que en la actualidad es de 7 euros.
Además de hermano mayor se nombra cada año el cargo de cohetero, que será la persona que se encargará de costear los cohetes de ese año y en muchas ocasiones incluso de lanzarlos, al menos en sus comienzos.
Como ya se ha indicado anteriormente, al principio los vehículos que acudía para ser bendecidos eran muy pocos, pero eso sóloe ra debido al escaso parque automovilístico que por entonces existía en el pueblo. A los tres años de comenzar esta costumbre de la bendición de vehículos, concretametne en el año 1964, el parque automovilístico arjonillero estaba compuesto de 88 vehículos a motor distribuidos del siguiente modo:
25 turismos
10 camiones
12 moto-carros
12 motos
5 furgonetas
24 tractores
Como podréis comprobar, una tradición relativamente reciente pero muy arraigada y merecedora de ser conservada.
Siguiendo una antigua tradición ya perdida pero recuperada hace unos años por la cofradía de la Santa Veracruz, en este fin de semana se ha vuelto a celebrar la “velá” de la Magdalena en el entorno de la ermita de la Soledad.
El pasado jueves día 22, festividad de Santa María Magdalena se celebró una fiesta religiosa en su honor, único acto de carácter religioso. Desde el viernes al domingo se ha reunido un número importante de arjonilleros/as para pasar un rato agradable, contando para ello con la organización de una barra para servir bebidas y tapas y algo de música.
El apartado musical en directo lo ha puesto MUCHARANGA NUI, un nuevo grupo que ha debutado y que está formado en su mayoría por miembros de la Agrupación Musical Santa Cecilia.
Las fotos han sido obtenidas de la red social Facebook y han sido colgadas por Fran Ruano.
Esta celebración en honor de Santa María Magdalena, según un escribano municipal del siglo XIX era una “costumbre antiquísima no interrumpida.” También afirmaba este escribano que era “sin ritualidad ninguna religiosa”.
Acerca de esta celebración informa este escribano sobre otros aspectos como que era “donde se reúne la mayor parte de los vecinos de este pueblo, yendo vestidos con decencia, no llevando las mujeres mantillas ni pañuelos en las cabezas debido a la comodidad por la estación del tiempo y venir así de costumbre. Allí se permite que toquen biguelas, canten y bailen con el orden debido en el llano que forma fuera dicha ermita hasta hora avanzada de la noche.”