En Arjonilla, desde su fundación allá por el siglo XVI, existía el Hospital de Santiago regido por un patronato, que asistía a los enfermos carentes de recursos y que tuvo su sede en los terrenos que actualmente ocupa la Guardería Infantil Municipal “El Castillo”. Posteriormente fue construido un nuevo hospital en lo que actualmente es la Residencia de Ancianos “Sagrada Familia”. Este edificio sufrió los avatares de la contienda civil, quedando muy maltrecho. Finalizada la misma fue restaurado, quedando de nuevo apto para su uso en el año 1943. El entonces párroco, Luis Sotomayor, y el alcalde, Antonio Alcántara, que conocían la labor que el Instituto de Religiosas de Gerona venía realizando en la vecina localidad de Porcuna desde 1923, se dirigen a esta institución solicitándole la formación de una Comunidad de Hermanas de San José para regir el hospital y una escuela de párvulos.
El primer contacto de Arjonilla con esta institución religiosa se produce del 5 de febrero de 1943. El Rector del Seminario de Jaén, Casto Martos Cabeza, amigo de Luis Sotomayor García (párroco de Arjonilla), le presenta a la Madre General de las Religiosas de San José, Elena Campmol Freixenet, que es presentada a su vez al alcalde, Antonio Alcántara, quién quería tratar con ella la fundación de una comunidad en el pueblo que rigiese el hospital.
Con fecha 19 de febrero, el alcalde y el párroco se dirigen a la Madre General en respuesta al escrito de ésta de fecha 13 del mismo mes, expresando entre otras lo siguiente:
“El Hospital de Santiago de esta villa data de antaño y se administra por un Patronato integrado por nosotros dados nuestros cargos. Se sostiene con las rentas de su capital fundacional, subvención del Ilustrísimo Ayuntamiento y donativos particulares. Pudiendo ser admitidos cuando más unos diez enfermos, de donde con un par de religiosas creemos que es suficiente para dedicarse a esto, y el resto de la comunidad, podría consagrarse a la enseñanza, obra meritísima, a fin de recristianizar los hogares con la formación religiosa de las futuras madres, y en donde hallaría gran campo de acción por haber sólo tres escuelas nacionales de niñas en una población de 6.500 habitantes.
También, si su construcción lo permite y lo creyeran oportuno, sería provechoso establecieran la vela domiciliaria de enfermos.
Le ofrecemos en reconocimiento a los valiosos servicios cuanto precise la comunidad para su instalación, 5.000 ptas. anuales por la asistencia al hospital y el montarles el colegio con libre disposición de los honorarios que devengan las alumnas. Para ello contamos con la donación de casa amplia y capaz contigua al hospital.
Después de la liberación, aún no se ha puesto en marcha el Hospital, pues las hordas rojas en su espíritu de devastación lo destrozaron y despojaron de todo; ya , gracias a Dios, hemos recuperado sus bienes y las obras de albañilería, carpintería y pintura tocan a su fin, dilatando su inauguración por esperar hacerlo con Religiosas, por ser una verdadera pena con lo bien que está quedando, entregarlo a manos de seglares.
Sólo resta qu vengan y se hagan cargo del Hospital, con objeto de que funcione lo más pronto posible e iniciemos la adaptación de la casa para Colegio.”
El 28 de abril, el alcalde y el párroco se dirigen al Sr. Obispo solicitándole permiso par la instalación de esta comunidad de religiosas al frente del hospital.
El 5 de mayo de ese mismo año, el Patronato del Hospital de Santiago en sesión extraordinaria acuerda la fundación de una comunidad religiosa para que lleve a cabo el funcionamiento del mismo. En esa misma sesión, Ignacio García Espejo, dona la casa que posee en la calle Teniente Rueda nº 4, contigua al hospital, “siempre que vengan religiosas para que la destinen a Colegio u otros fines que sean de su voluntad.”
El 9 de junio, la Madre Elena Campmol responde a los escritos del párroco y el alcalde, de fechas 12 de mayo y 3 de junio, aceptando la llegada de un grupo de religiosas a Arjonilla, dejando como fecha para ello el 28 de agosto.
Conseguidas todas las autorizaciones, en la fecha prevista, 28 de agosto de 1943, las religiosas llegan a Arjonilla. La Madre Ana Carvajal, escribe así la crónica de esta llegada:
“El día 24 de agosto de 1943, salimos de Gerona en el tren de las doce del mediodía, la Madre General Elena Campmol, la Vicaria General Luisa Costa, la Hna. Antonia Algans y la Hna. Ana Carvajal, para dirigirnos a la población de Arjonilla, provincia de Jaén, con el objeto de fundar una nueva casa que constará de un hospital y un colegio en el que habrá una clase gratuita para párvulos. El 25 llegamos a Madrid en donde pasamos la noche, y el 26, a las 9 de la mañana, tomamos nuevamente el tren que nos dejó en la estación de Villa del Río, de donde un coche correo nos condujo a Porcuna. Allí encontramos a las Hnas. Ángela Caballé, Manuela Casado, Pilar Fernández y María Teresa Fernández, designadas, con las dos hermanas arriba mencionadas, para la nueva fundación. El 28 de agosto a las 10 de la mañana, salimos de Porcuna en coche y vinieron con nosotras, para regresar el mismo día a Porcuna, la Madre Superior, María Algans y las Hnas. Joaquina Brugué y Ángela Matabosch. Al llegar al pueblo, nos esperaban las primeras autoridades civiles y militares, El Sr. Cura Párroco D. Luis Sotomayor, el Sr. Alcalde D. Antonio Alcántara García, El Señor Coadjutor, los dos médicos, algunas señoras distinguidas y gran cantidad de gente de todas las clases sociales. Desde la residencia del Sr. Prior, o mejor dicho, desde la entrada del pueblo, rodeadas por ellos y la multitud y acompañadas de música y repiques de campanas, fuimos conducidas a la Parroquia en donde, con exposición mayor del Santísimo, se cantó en solemne Te Deum, se rezó una visita al Santísimo y terminó la función con un amable saludo de bienvenida dirigido por el Sr. Cura a las nuevas religiosas, felicitándose él y el pueblo por la gracia que Dios le concedía de tener una comunidad religiosa en su seno, que vendría a ser un verdadero pararrayos que aplacaría la ira de Dios y exhortándolas a ellas a ser verdaderas representantes de Jesucristo.
En seguida, y siempre acompañadas por esta comitiva, nos llevaron al Hospital de Santiago para darnos posesión y allí encontramos a la esposa del Sr. Alcalde con otras señoras más que sin duda terminaban de arreglar la casa y preparación de la comida.
Después de haber recorrido todas las dependencias, desde el dispensario y el oratorio hasta las salas de enfermos y habitaciones preparadas para las Hermanas, se retiraron dejándonos en nuestra nueva instalación.
Todo lo encontramos bien arreglado y la despensa bastante bien proveída.
Los primeros días, los pasamos ordenando nuestras cosas, yendo a misa a la parroquia y haciendo nuestros rezos en el oratorio, en el que aún no teníamos el Santísimo Sacramento. El día 6 de septiembre a las 8 de la mañana, vino el Sr. Párroco a bendecirlo solemnemente, para lo cual habíamos engalanado lo mejor posible las dependencias, y de modo particular el oratorio. Asistieron las autoridades civiles y militares, el Sr. Alcalde D. Antonio Alcántara y todos ellos permanecieron hasta después de terminada la misa. La ceremonia estuvo muy hermosa, pues además de la bendición de la capilla, se bendijeron también las imágenes de San José, el Sagrado Corazón de Jesús y la Purísima Virgen María. Después, tuvo lugar la Santa Misa en la que las Hermanas cantaron y se nos dio la santa comunión.
A las 11,30, el Rvdo. D. Casto Martos nos hizo la plática correspondiente al día de retiro, exhortándonos a ser verdaderas religiosas en la propia aceptación de nuestra manera de hablar, modestas en nuestras acciones, caritativas con los enfermos, de manera que seamos un verdadero ejemplo de Jesucristo para todos los habitantes del pueblo.”
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Personalidades y pueblo de Arjonilla el día 28 de agosto de 1943 |
Una vez establecidas estas seis hermanas en Arjonilla, comenzaron su actividad en el hospital. El 25 de septiembre de 1943, a las 4 de la tarde, llega al hospital su primer enferma, Teresa Expósito Quesada, de 22 años, con una afección gripal.
El 10 de enero de 1944 abrieron el colegio adyacente al hospital, con una clase de párvulos gratuita y dos escuelas de niñas.
En 1949, al morir Luis Sotomayor, dona su casa sita en la calle García Mazuelo para que se utilice como colegio. Tras unas adaptaciones, comienzan allí las clases en 1950, aunque las hermanas siguen viviendo en el hospital a la espera de la adaptación de la zona de sus aposentos que se produce al año siguiente, 1951, cuando se produce el desdoblamiento de las hermanas del hospital y el colegio. Al colegio fueron las hermanas Antonia (superiora), Manuela, Eugenia, Filomena y María. Del colegio podríamos decir muchas cosas, allí pasé mis primeros días de colegio, sin duda inolvidables para mí. Nunca olvidaré a las madres Manuela, Antonia, Jesús, y a otras que no me dieron clase como las madres Eugenia, Delfina, …
El colegio de las monjas, denominación por el que era conocido el colegio, cerró en junio de 1977, por la escasez de personal religioso y por la disminución del alumnado. A partir de ese momento quedan sólo cinco hermanas en el hospital.
En 1973 la Caja de Ahorros de Ronda toma a su cargo el hospital y lo convierte en Residencia de Ancianos, abandonándola en la segunda década de los 90. Las religiosas de San José estuvieron allí durante todo este tiempo y en el posterior a cargo de otras empresas. Fue hace poco más de un año, cuando la Hermana María Jesús, cesó en la misma, cuando el Instituto de Religiosas de San José cesa su actividad en la atención de personas mayores en este lugar, primero como hospital y posteriormente como residencia de la tercera edad.
Actualmente la Comunidad de Religiosas de San José en Arjonilla, con residencia en la calle Alonso Coello número 19, está formada por cuatro hermanas: María Jesús Prieto, Encarnación Parra, Aniana Villaverde y Andrea Elena. Su dedicación en el pueblo está dirigida a la pastoral de la salud, siempre bajo coordinación del párroco. También colaboran con la parroquia en las celebraciones eucarísticas como ministras extraordinarias de la comunión.
Recordaremos que la capilla de esta residencia actual de las religiosas fue bendecida en el año 2010, con la presencia del Vicario, el párroco (José Antonio García Romero) y que el fuera párroco con anterioridad, Ángel Simón Serrano. Para recordar aquello insertamos algunas imágenes del momento.
Si bien es cierto que el instituto ha dado mucho al pueblo de Arjonilla en estos 70 años y por ello le dedicamos como reconocimiento este artículo, también es verdad que el pueblo de Arjonilla le ha dado un buen número (en torno a la docena) de religiosas que han trabajado y trabajan como religiosas en aquellos destinos que le han sido encomendados. Recordaremos en primer lugar a las ya fallecidas:
ROSA CAÑONES HERNÁNDEZ
DOLORES CARMONA GONZÁLEZ
SOLEDAD LÓPEZ GARRIDO
LUISA NEVADO CARMONA
Actualmente hay siete religiosas arjonilleras pertenecientes al Instituto de Religiosas de San José de Gerona:
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SEBASTIANA ALCÁNTARA “NANI”
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ANA MARÍA ARENAS LÓPEZ |
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FRANCISCA CASTILLO ORTEGA |
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DOLORES CHILLARÓN NEVADO |
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JOSEFINA ORTEGA ZAFRA |
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JOSEFA ÚBEDA GÓMEZ |
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CLARA VAREA ÚBEDA |
Este Instituto, que lleva ya 143 años al servicio de enfermos, celebra este año el 200 aniversario del nacimiento de su fundadora, María Gay Tibau. Desde esta página de Arjonilla quiero expresarles mi deseo de que se cumplan todos los objetivos de esta institución que se centran fundamentalmente en poder seguir el camino que llevan desde su fundación hasta nuestros días.
Recordaremos que actualmente el Instituto de Religiosas de San José de Gerona está regido por la Hermana Mª Carmen García Martínez (Superiora General) que durante algunos años estuvo en Arjonilla (años 70) y era conocida como la madre Carmen y por Pili, mi mujer, además como la monja joven y guapa. A ella le deseamos la mayor de las suertes en su tarea de regir esta institución, ya que de ello serán muchos los beneficiados.
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MADRE CARMEN , SUPERIORA GENERAL |
Para 2018 esperamos poder celebrar con esta comunidad el 75 aniversario de su presencia en Arjonilla, dando una nueva oportunidad al pueblo de mostrar su cariño y agradecimiento a esta institución.