Hace ya algunas fechas recordábamos la crónica publicada el 22 de agosto de 1932, por el semanario deportivo cordobés “DEPORTES”, sobre el partido de fútbol celebrado en Andújar en el que se enfrentaron el Betis Balompié de Andújar y la Balompédica de Arjonilla con resultado final de victoria de los andujareños por 3-1.
En la alineación del equipo arjonillero figura BAREA. Tras las indagaciones realizadas en su momento, llegamos al convencimiento y conclusión de que se había producido un pequeño error, algo muy habitual para los que formamos parte de la familia VAREA en Arjonilla, que para evitarlo, cuando damos los apellidos decimos Varea con v.
Digo esto, para informar que ese Barea se correspondía con Pedro Varea Úbeda, que esos momentos contaba sólo con 16 años, aunque próximo a los 17.
Su hijo Antonio me informa que su padre comentó con él sobre este partido en numerosas ocasiones, así como el partido anterior contra este equipo jugado en Arjonilla en el que ganaron holgadamente.
Todos los de su época recuerdan que Pedro, pequeño de estatura pero con grandes cualidades para la práctica del fútbol, hacía las delicias de los aficionados arjonilleros que acudían a ver los partidos de nuestro equipo en aquellos difíciles años 30. Y para ello tenía que salvar las enormes dificultades que le ponía su padre para la práctica del fútbol, de tal manera que cuando se daba información de las alineaciones del equipo, los hermanos Varea eran citados como Barca I y Barca II.
Sin saber exactamente el motivo de la imposición del padre a que sus hijos jugasen al fútbol, a nivel familiar nos inclinamos por el temor a la rotura del calzado. Porque no sólo era él, sino que también su hermano Antonio (mi suegro) también jugaba muy bien al fútbol y también formaba parte del equipo del pueblo. Y romper dos pares de calzado y a menudo en una misma familia, no entraba en las posibilidades de la gran mayoría de ellas. Me cuenta Antonio, hijo de Pedro, que en una ocasión acudió Antonio, el padre, a ver un partido de fútbol y se encontró con la sorpresa de ver a sus hijos jugando, lo que le produjo un enorme desagrado en un principio. Pero después, tras verlos jugar y que eran del agrado de los aficionados arjonilleros, llegó a vérsele aplaudir al equipo en algún momento y a sentirse muy orgulloso de los hijos.
Pedro era hijo de Antonio Varea Rincón y Pilar Úbeda Gallego, que tuvieron además otros 5 hijos: Matías, Antonio (mi suegro), Espíritu Santo, Clara (Religiosa de San José de Gerona) y Pilar. En la siguiente foto familiar datada en 1917, Pedro es el más pequeño de ellos, sentado delante de su madre y su tía Clara. A la izquierda, sus padres, y delante de ellos su hermano Matías. A la derecha, Matías Varea Auge y Clara Úbeda Gallego, ella teniendo en brazos a Antonio ( mi suegro).
Pedro vivió su infancia y adolescencia en Arjonilla. Después se marchó como soldado voluntario de Aviación, período que estuvo en Cuatro Vientos (Madrid).
Pedro, de joven, consiguió por oposición un puesto de trabajo en la Explotación de Ferrocarriles por el Estado (EFE) ,organismo público español, dependiente del Ministerio de Obras Públicas, siendo destinado a una zona próxima a Móstoles (Madrid). En 1965 esta empresa pasó a denominarse FEVE y en ella cesó por acuerdo entre ambas partes, pasando el resto de su vida laboral a trabajar en la construcción.
Pedro se casó con la también arjonillera Encarnación Hernández Lendínez y tuvieron tres hijos: Antonio, Cristóbal y Pilar. Su vida familiar de desarrolló en Móstoles.
El transcurso del tiempo ha demostrado que sus habilidades futbolísticas se han transmitido a sus hijos y nietos, hecho del que vamos a dejar constancia. Se da la circunstancia de que sus dos hijos y dos nietos, han practicado el fútbol en el puesto de portero.
Su hijo Antonio
Ha sido jugador, entrenador y árbitro de fútbol. Las siguientes imágenes nos dejan constancia de ello.
Jugador
Entrenador
Como entrenador pasó por varios equipos, con la vitola de entrenador salvador, cogiendo las riendas de equipos a mitad de temporada que se encontraban en mala situación y solía levantarlos manteniendo la categoría y también consiguiendo ascenso de categoría en otras ocasiones. Dirigió entre otros a los equipos de Los Álamos, Navalcarnero, Humanes y Móstoles, este último como segundo entrenador.
Árbitro
Estuvo varios años ejerciendo el arbitraje en la Regional Preferente con una buena trayectoria que podría haberle llevado a hacerlo en categorías superiores pero una lesión producida en el ámbito de su vida profesional (Profesor de Educación Física), le obligó a abandonar la actividad arbitral.
Su hijo Cristóbal
Tuvo una buena trayectoria deportiva como portero, destacando entre los equipos de los que formó parte el Atlético Teresiano de Malagón (Ciudad Real) y el Móstoles en 3ª división.
Su nieto Jorge, hijo de Antonio
Jugador
Como jugador llegó a formar parte del Móstoles en la 2ª B, llegando incluso a realizar un pretemporada con el Rayo Vallecano en 2ª División.
Entrenador
Como entrenador cuenta con una larga y fructífera labor. Entrenó a varios equipos de las categorías inferiores del Real Madrid: alevines e infantiles. En el Real Madrid tuvo también otras importantes labores: fue el representante del club en una Convención Mundial de Entrenadores celebrada en Lisboa, presentando una charla sobre las categoría inferiores que recibió destacadas felicitaciones; entrenador en los Campus de Verano en Escocia, Londres, Japón, EEUU y Venezuela. Fue entrenador de otras escuelas como una de China y otra del Milán, dedicadas a la formación de jóvenes jugadores. Fue entrenador del San Fernando de Henares en 3ª División. Y también dedicó tiempo al entrenamiento de equipos femeninos como la Selección de fútbol Femenina de Madrid (2º entrenador) y el equipo de Las Rozas Femenino.
Su nieto Raúl, hijo de Antonio
También en la demarcación de portero, fue jugador en Regional, en la 3ª División madrileña y de Castilla La Mancha, en equipos como el Móstoles, Villaviciosa de Odón, Quintanar de la Orden, Atlético Yeles, , Inter de Madrid y Humanes.