SÁBADO, 1O DE JULIO DE 2010

De todos es conocido que nuestro pueblo es muy amante de las manifestaciones de religiosidad popular ya que a lo largo del año el número de las que se celebran es muy elevado. Entre todas ellas yo destacaría una por ser un hecho diferencial respecto a la casi totalidad de pueblos de España ya que en muy pocos lugares existe la tradición que aquí tenemos desde comienzos de los años sesenta del pasado siglo XX de bendecir los vehículos en el transcurso de una fiesta en honor de San Cristóbal, patrón de los conductores.
Este año ha coincidido el día de la celebración de esta fiesta (segundo sábado de julio) con el día de la onomástica de San Cristóbal. El día anterior (viernes) había tenido lugar el rezo del Santo Rosario en la iglesia parroquial.
En primer lugar se celebró la fiesta religiosa en honor de San Cristóbal a cuya finalización fue sacado hasta la Plaza de la Encarnación para presidir la bendición de vehículos que realizó nuestro párroco con la presencia de los hermanos mayores Roque Bueno Ruano y Antonia Carmona Ruiz. Este año han sido bendecidos 714 vehículos de los cuáles 488 fueron turismos.
A continuación se celebró la procesión con la imagen de San Cristóbal y una vez finalizada tuvo lugar la tradicional cena de convivencia.

Los coheteros de este año han sido Francisco Rueda Carmona y Juan Lara Cuesta.

ORIGEN DE ESTA BELLA TRADICIÓN

El origen de la celebración en nuestro pueblo de esta fiesta en honor de San Cristóbal es próximo ya que yo mismo fuí testigo de cómo nació esta costumbre que desde sus comienzos arraigó entre los arjonilleros.
En la segunda mitad de la década de los 50 del pasado siglo XX, posiblemente en 1957 se reuniieron por vez primera un grupo de personas que tenían dos cosas en común, la amistad y el ser conductores. Este grupo formado por un número de 15 a 20 personas dedicieron reunirse para festejar a San Cristóbal, patrón de los conductores. Para ello organizaron una comida en cuyo transcurso se daba cuenta también de buena bebida y un rato de buena amistad que gustó a todos e hizo que se fuera repitiendo en los años sucesivos. Este grupo estaba formado en su mayoría por las personas que en aquellos años tenían como profesión la de conductor, entre ellos mi padre, mi tío Matías, Pedro, Pablo, Juan de Dios, etc.
En el año 1961, este grupo de conductores acordó reunirse en casa de uno de los amigos, en este caso de Francisco Cobo, conocido como “Paco el de la nieve”, que vivía en la calle actualmente denominada Cid Campeador, también conocida como “calcetín”. Allí acordaron dar un carácter formal a la celebración que habían comenzado y pensaron en organizarse como una hermandad. Se pusieron al habla con el entonces párroco, don Fernando Caballeron González, quién reibió de muy buen agrado la idea que le expusieron.
Rápidamente se pusieron en marcha y para el año siguiente de 1962 ya habían adquirido la actual imagen de San Cristóbal y los cetros para el hermano mayor, celebrándose por primera vez esta festividad como la conocemos actualmente. El sábado acudía al rezo del Santo Rosario y el domingo tenía lugar la Fiesta Religiosa, procesión y cena de hermandad. Desde hace unos años, estos actos pasaron a celebrarse en viernes y sábado.
El hermano mayor de ese primer año fue Ángel García Morón y pasaron ante el Santo para ser bendecidos por el párroco poco más de una docena de vehículos. A continuación se exponen dos fotos de aquellos primeros años.

En esta fotografía aparece don Diego Torrús (practicante) con su Vespa llevando a su hijo Paco. Detrá de él se aprecia al que fuera director de la fábrica de harina, de apellido Solera.

Y en ésta aparece mi hermano Juan con el motocarro de mi padre, que está al lado. Era marca Roa y matrícula J- 14543

Esta otra representa un momento de la procesión de uno de aquellos primeros años.

En aquel año de 1962 y posteriores la cena de hermandad que tenía lugar una vez finalizada la procesión se celebraba en el patio de la fábrica de ladrillos de la familia García Morón. Otros hermanos mayores de aquellos primeros años fueron Francisco Puentes Ramírez, Pedro Pérez Cuesta, José García Carmona e Ildefonso Rueda Mercado (mi padre). En este año de mayordomía de mi padre, el cohetero fue mi hermano Juan, que años después también ejerció la mayordomía.
En sus orígenes, la cena era costeada por el hermano mayor, que para evitar le fuera muy costosa, se ayudaba de la venta de lotería a lo largo del año. Posteriormente se cambió esta costumbre y los hemanos que desean ir a la cena, abonan su importe.
En los primeros años la cuota de hermano era de 10 pesetas, mientras que en la actualidad es de 7 euros.
Además de hermano mayor se nombra cada año el cargo de cohetero, que será la persona que se encargará de costear los cohetes de ese año y en muchas ocasiones incluso de lanzarlos, al menos en sus comienzos.
Como ya se ha indicado anteriormente, al principio los vehículos que acudía para ser bendecidos eran muy pocos, pero eso sóloe ra debido al escaso parque automovilístico que por entonces existía en el pueblo. A los tres años de comenzar esta costumbre de la bendición de vehículos, concretametne en el año 1964, el parque automovilístico arjonillero estaba compuesto de 88 vehículos a motor distribuidos del siguiente modo:
      25 turismos
      10 camiones
      12 moto-carros
      12 motos
       5 furgonetas
      24 tractores

Como podréis comprobar, una tradición relativamente reciente pero muy arraigada y merecedora de ser conservada.